Que el español es la segunda lengua en importancia del país tras el inglés no es ningún secreto para nadie. Son múltiples los canales de televisión, las emisoras de radio o incluso los periódicos editados en la lengua en la que se escriben estas líneas. Abundan los barrios en los que la mayoría de los rótulos de los establecimientos están escritos únicamente en español o en un formato bilingüe.

Muchas ciudades tienen una población en la que el grupo cultural-racial mayoritario es el hispano. Destaca numéricamente la población de origen  mexicano, con la excepción de la «minoría» cubana de Florida y otras minorías nacionales que se distribuyen por lo ancho del país. Han llegado a los Estados Unidos, muchas veces ilegalmente, en busca de una vida mejor, lo que se puede reducir, en un primer momento, en busca de dejar atrás unas vidas manifiestamente mejorables en sus países de origen.

Los hispanos se han convertido ya en objetivo prioritario de las grandes y pequeñas corporaciones estadounidenses ávidas por ampliar su base de clientes con un grupo considerado hasta ahora como un nicho de mercado. El problema para todas ellas es cómo dirigirse a una población con una cultura y costumbres tan diferentes. El español no es más que un problema añadido aunque la tendencia del grupo hispano es hacia el bilingüismo.

by Lester Of Puppets

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.