Ayer estuve viendo La Noria, cosa extraña en mi. Lo cierto es que anunciaron el caso de Karmele Marchante, que a su entrada a los Estados Unidos había tenido serios problemas con la policía de aduana, ya que ellos creyeron que llevaba una bomba en su equipaje y que por lo tanto Karmele era una terrorista. No se trata de que sea un personaje famoso en España, sino de un turista que visita un país y que se encuentra con una serie de policías incompetentes.

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Es lamentable que no se detecte certeramente la existencia o no de una bomba y que se dude de la persona, debido a que no es del país. De todos modos no es algo que nos deba extrañar si viene de los Estados Unidos y de su policía, que ante cualquier mínima sospecha hace que un turista pase a ser terrorista en un momento.

Lo peor es el trato que recibe el turista en estos casos, que en la gran mayoría de ocasiones son inocentes. Tienen muchos controles, pero a los terroristas de verdad no los detectan nunca y son los pobres turistas los que tienen que soportar humillaciones y escenas lamentables. No es que pase siempre, pero todos los que tengan pensado viajar a Estados Unidos, deben saberlo.

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