La compañía Jet Blue Airways ha sido protagonista de un lamentable caso de racismo a un turista que llevaba una camiseta como el lema No Guardaremos Silencio. Esta persona árabe fue obligada a cubrirse la camiseta con otra que le dieron en la compañía. Además, este turista se tuvo que sentar al final del avión porque no le dejaron sentarse delante, en el lugar que le correspondía.

Nuevamente la seguridad en los Estados Unidos llega hasta extremos paranoicos y lamentables. Si esta persona no es un terrorista, no tienen derecho a tratarle de este modo, y si lo fuese, se le detiene. Es una ofensa contra el pueblo musulmán y las personas que son realmente buenas dentro de este pueblo, que son muchas.

Menos mal que una sentencia obliga a Jet Blue pagar a este pasajero musulmán 300.000 dólares, pero por desgracia lo que tuvo que pasar no le quita nadie. Es lamentable la forma en que Estados Unidos se siguen creyendo los dueños del mundo. Con casos como estos, seguro que se les bajan los humos y tratan bien a las personas árabes.

Vía|Bajocoste